SummaryWhen vice detective Bob Hightower (Nikolaj Coster-Waldau) finds his ex-wife murdered and daughter kidnapped by a satanic cult - Bob is frustrated by bumbling botched official investigations. Bob quits the police force, gets tattoos, and infiltrates the cult to hunt down the charismatic cult leader, Cyrus (Karl Glusman), with the help of ...
SummaryWhen vice detective Bob Hightower (Nikolaj Coster-Waldau) finds his ex-wife murdered and daughter kidnapped by a satanic cult - Bob is frustrated by bumbling botched official investigations. Bob quits the police force, gets tattoos, and infiltrates the cult to hunt down the charismatic cult leader, Cyrus (Karl Glusman), with the help of ...
Ignore the useless Rotten Tomatoes reviewers who fawn over all the Disney/Marvel garbage. This is a gritty and pulpy grindhouse movie that recalls great revenge films like The Hills Have Eyes and I Spit on You're Grave. Yes, it's a Violent film dealing with a dark cult that kidnaps young girls which may be too much for some viewers. Great performances from Maika Monroe and Nikolaj Coster-Waldau insured I stuck around to the very bloody end - 10 stars
EXCITANTE Y BIZARRO AL MISMO TIEMPO
No gustará por la sencilla, fácil y rápida opinión de lo bizarro, macabro y poco sensible (a veces). Y yo me abrumo reflexionando sobre la gente que siempre quiere y cree vivir en una fantasía dónde el amor y la felicidad se juntan y forman lo más bonito, requerido y soñado de la vida, mientras tanto yo, de corazón vacío pero a la vez lleno de cualquier cosa que pueda pasarse por la cabeza, pienso en lo superficial que puede llegar a ser una persona que fantasea con ese universo lleno de colores llamativos, y me parece delirante, humillante, y penoso, también aplastante aunque ya lo esté. La bala de dios, dirigida por Nick Cassavetes, hijo de John Cassavetes, cuenta una historia basada en hechos reales, también en una novela, sobre el cambio drástico del sheriff, Bob, al decidir obviamente recuperar a su hija secuestrada por una banda satánica, una secta más bien, que lleva un buen recuento de secuestros a adolescentes desde hace años. Bob, casualmente conoce a una yonki en recuperación, que fue también secuestrada y más **** miembro de la secta, que juntos se adentran en la boca del lobo para recuperar a la hija e intentar quitarse al “demonio” de por medio, llamado Cyrus, el líder.Hablando del montaje de 120 minutos el cual he visto, el original es de 156 minutos, todo resulta, para mí, excitante y precioso desde lo macabro. Desconozco la historia real y la novela, pero no me resulta una película a la que odiar u olvidar, la noto con aires inverosímiles pero no siento que afecte a mi atracción por ella. Veo un verdadero fallo en la elección de estrenar un metraje más corto, me desconcierta un poco el rápido avance personal de Bob. Necesito tomarme esta historia como me tomo la mistela, no hay que apurarse con algunos tramos de la **** brillan los ojos alrededor de todo el fuego que presencio en la fotografía de Kenji Katori, no me pasa lo mismo con la música aplicada aquí, a veces la disfruto como un niño, pero en ocasiones se elige una música cuyas fibras faltan el respeto a las emociones que siento cuando veo reflejado en La bala de dios parecidos muy claros a Sound of freedom. Me siento comprendido, realizado y alegre, a la vez destrozado, cuando experimento emociones y sentimientos como lo hago con La bala de dios, eso hace que pueda guardar espacio en mi interior para la excepcional Maika Monroe y su brillante personaje, Case. Maika y Waldau conectan juntos una química entrañable y a su vez tan contradictoria como empática. De elegir un rasgo de ésta diabólica historia elegiría a Maika Monroe.
-RICHIE VALERO
Cut God Is A Bullet down to a tight 90 minutes, and it might at least consistently deliver the cheap thrills and nihilistic kick it only occasionally achieves.
God Is a Bullet is a movie that deserves credit for taking an approach that doesn't try to persuade through subtlety, though it may at first appear to do so.
Indeed, there are some startling moments, but they fail to evoke any sense of amazement.
While Maika Monroe and Nikolaj Coster-Waldau provide capable performances as the leads, their efforts fall short in elevating this film beyond its state of mediocrity and superficiality.
Below average to be honest.